La periodista mexicana Lydia Cacho le da voz a las niñas españolas en 'Rebeldes y libres', un libro sobre sueños, identidades y feminismo

La periodista mexicana y activista de derechos humanos Lydia Cacho.
La periodista mexicana y activista de derechos humanos Lydia Cacho.
Giorgio Cosulich/Getty Images
La periodista mexicana y activista de derechos humanos Lydia Cacho.

Lydia Cacho, periodista mexicana, sabe lo que es el machismo. Lo ha vivido en sus carnes. Secuestrada, torturada, amenazada de muerte, abusada... es una de las principales investigadoras y responsable del encarcelamiento en México de poderosos empresarios y políticos implicados en una trama de prostitución infantil. Eso la sentenció al exilio. Toda la historia puede verse en la excepcional obra teatral La Infamia, en gira, y que estuvo recientemente en el Teatro del Soho CaixaBank en Málaga.

Afincada en España, durante años ha entrevistado a menores de entre 11 y 18 años acerca de sus sueños, sus aspiraciones, sus miedos, sus reivindicaciones, su identidad sexual y el feminismo. También entrevistó a hombres, para conocer su perspectiva sobre circunstancias y realidades que afectan a las mujeres. 

Sus conclusiones, con tono periodístico y ameno, como de testigo de la realidad, han acabado recogidas en su nuevo libro, Rebeldes y libres: Si el feminismo no es de todas, no es de ninguna (Esfera de los libros, 2023

248 páginas. 18.90 euros). "A finales de 2019 comencé a escuchar a las hijas de mis amigas españolas muy pequeñas y hacerles preguntas, porque así somos los periodistas", cuenta Cacho sobre el origen de este libro. Se puso a ello y decidió hablar "con niñas de toda España, de diferentes estatus socioeconómicos y culturales y por supuesto de otros orígenes". 

"Aprendí es que es muy impresionante el logro de la transformación cultural en España que ha logrado el feminismo, porque las niñas tienen un discurso súper claro respecto a sus derechos y libertades", expone la periodista, que no obstante hace ver que "cuando tienen que aplicarlo a la vida real, como nos sucede a todas y a todos, entonces se complica todo, porque los patrones culturales generales no han cambiado y se enfrentan a eso».

La diversidad de las entrevistadas le ha hecho ver que "las chicas privilegiadas, digamos de clase media o media -alta española, evidentemente dan por hecho sus derechos y su acceso a la igualdad, mientras que las niñas que viven en situación de pobreza, de exclusión, o de racismo, sienten que están en un país muy adverso". Este último colectivo "siente que son excluidas y que no solo tienen que dar la batalla contra del machismo, sino también en contra del racismo y de la exclusión de las feministas blancas españolas", hace ver. Quizá de ahí el subtítulo del libro: "Si el feminismo no es de todas, no es de ninguna".

Y no sólo es de ellas. "Desde niña entendí que la violencia [del machismo] afecta a las niñas y a los niños por igual. Nunca sentí que el feminismo era exclusivamente un movimiento de las mujeres. Es de las mujeres para las mujeres y con los hombres y para los hombres", asegura.

"Una de las trampas del patriarcado y ahora, a los 60 años lo tengo más claro que nunca, es colocarnos en el lugar en que tenemos que defender la rabia como instrumento", dice sobre algunas corrientes del feminismo. "Hay mucha irritabilidad social, hay mucha confusión, una gran cantidad de personas ignorantes que tienen mucho poder político y poder mediático, que están tratando de descomponer este diálogo", hace ver la investigadora, que es "optimista" por los cambios sociales que ha logrado el feminismo, aunque vigilante por cuestiones como "la violencia sexual que puede aumentar exponencialmente», en parte por las ideas equivocadas que da a los jóvenes el porno, una industria que ella ya está investigando.

"Se está dejando de lado el problema más grave, que es el de la hipersexualización de las niñas y de los niños. Eso nos habla del poder de la industria que está detrás de ello. A mí eso me preocupa enormemente", dice Cacho, que ya está entrevistando a niños de nuestros país para percibir su visión sobre el asunto, mientras investiga la industria para saber "quiénes son los grandes productores del porno en este país, en España, y quién está detrás de ellos para que siga creciendo todas estas plataformas que están captando a las niñas y en las que están haciendo adictos al porno a los niños".

Recientemente el CIS publicó una encuesta en el que decía que el 44% de los hombres afirmaba sentirse discriminado por razón de sexo a causa de las políticas de igualdad que se han implementado en España últimamente. Cacho duda en primer lugar de la metodología de la encuesta y después aborda el asunto:

"He entrevistado a hombres y niños y lo que me dicen es que no entienden qué pasa. La gran mayoría creen en la igualdad, eso me comentan los chicos y los hombres, pero que no entienden nada, no saben cómo comportarse. Cambió el mundo y a ellos les agarró como un agujero enorme en el piso y no saben cómo hacer", dice sobre sus entrevistas Lydia Cacho.

Pero es una crisis existencial colectiva. "Las mujeres tampoco sabemos muy bien cómo movernos en este nuevo mundo que hemos ayudado a crear en lo que respecta al amor, al sexo, a las relaciones laborales... No sabemos cómo crear una nueva visión del romanticismo, del placer, del sexo, de la convivencia en pareja o en trieja o en lo que tú quieras. Desde esta nueva perspectiva es una crisis colectiva", afirma la periodista.

Volviendo a La Infamia, es la obra de teatro que recrea el secuestro, tortura e intento de asesinato, del que se libró por muy poco, de Lydia Cacho, por parte de policías mexicanos en connivencia con los poderes a los que la periodista había denunciado públicamente por una trama de prostitución infantil. ¿Cómo es revivir eso cada vez que la obra se representa, aunque lo actrices y no ella misma?

"He trabajado muchísimo en terapia", explica Lydia. "Todo sucedió en 2005, imagínate, ya hace muchísimos años. Me siento una sobreviviente y he hablado muchísimo de este tema para tratar de explicar cómo funciona la tortura policíaca ordenada por el Estado en cualquier país del mundo", expone la periodista. 

"Cuando José Martret me invitó a hacer la obra, cuando hicimos la adaptación, pensé que era muy buena idea, porque ya no es mi vida. Hace muchos años una amiga feminista me dijo que mi nombre se iba a convertir en un símbolo y que tenía que entender eso. Y es verdad. Es decir, esta historia me sucedió a mí, pero hay cantidad de hombres y mujeres periodistas en el mundo que han vivido algo similar y o no lo han podido contar o no han vivido para contarlo”.

Cacho vive ahora en España desde finales de 2019, después de una serie de atentados contra su vida, aún teniendo escolta militar. "Mataron a mis perras, entraron a mi casa, se robaron material periodístico y por fortuna llegué tarde a casa y no me los crucé. Tuve que salirme. Desde finales de 2019 me vine a España y estoy exiliada aquí. Y mientras, siga testificando en contra de estos poderosísimos políticos y empresarios millonarios, no puedo volver a México", explica sobre su situación.

Isra Álvarez
Redactor '20minutos'

Redactor especializado en Televisión, Cultura y Espectáculos, con 19 años de experiencia. Locutor, colaborador televisivo y actor. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la CEU. He escrito guiones de cómic de humor, así como blogs sobre realities, además de en otros campos como la Historia y Fuerzas Armadas.

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